
La buena noticia es que nuestro cerebro y sistema nervioso en general pueden cambiar.
Con la estimulación adecuada, tenemos la capacidad de hacer nuevas conexiones, siendo más flexibles y logrando mejorar nuestras funciones.
Una forma de estimulación a la cual podemos recurrir, es la acústica o sistema auditivo (música), las cuales activan el nervio vago, enviando la señal por medio del oído que es el portal de cerebro y comunicando al resto del cuerpo. Así le indica que debe relajarse y dejar ir la tensión.
A través de la terapia que ofrezco de ILS (Integrated Listening Systemse) , se promueve estimulación en la actividad del cerebro, a través de los huesos (bone conduction), y por medio de la estimulación auditiva del propio oído , directamente como percibimos el sonido (air conduction). Ambas, conducción aérea y ósea, impactan creando otras redes o lazos neuronales.